Se empieza con esos nervios del cĂłmo serĂĄ. IlusiĂłn. ClĂmax. Y puffffffffff.... humo. Y vuelta a empezar. Pero dolida, resentida y a por mĂĄs. AquĂ el tema es que cuando se acaban las historias, siempre sĂ© que no es punto final. Porque todos vuelven. TO-DOS. Y los que no han vuelto aĂșn, volverĂĄn. A alguno lo espero con mas ansias. AlgĂșn otro podrĂa ahorrĂĄrselo. Pero al final, todos vuelven. Se hacen humo, pero cual Ave FĂ©nix, todos resurgen de las cenizas para volver a arder.
El primer amor que tuve, se tomĂł su tiempo. Cuando ya casi no me acordaba de Ă©l, al cabo de 8 años, me escribiĂł para pedirme perdĂłn. Por supuesto, ya lo habĂa perdonado hacĂa tiempo. Pero fue un gesto bonito. Este es de los que me gustĂł que volviera.
Luego estuve con un chico desde cuyo piso se podĂa ver de un lado al otro del RĂo de la Plata. Y eso que es el rĂo mas ancho del mundo. Es el primer chico con el que salĂ que no estaba realmente interesado. Me costĂł entenderlo, no concebĂa la idea de que alguien no se enamorara de mĂ. Lo entendĂ cuando se hizo humo. Pero claro, el daño ya estaba hecho. VolviĂł y vuelve una vez al año. Va y viene. Siempre recuerda lo mismo, aquellas escapadas al rĂo en su coche y las fantasĂas que no cumplimos. Y que ya no cumpliremos, por mas que insista en vernos cada vez que viajo y por mas de que cada vez que lo hace, yo vuelva a pensar en que quizĂĄs al año siguiente...
Al tercero, el daño y el humo los puse yo. DesaparecĂ tanto como irme a catorce mil kilĂłmetros, pedirle que viniera y luego pedirle que mejor no. AĂșn asĂ... volviĂł. A la distancia, pero estuvo para mi otra vez. Y fue de las muy poquitas veces en las que pensĂ© en volver yo tambiĂ©n, coger ese aviĂłn y volver a casa, recuperarlo y quedarme allĂ. Las distancias... son muy putas.
Cuatro años juntos. Dudas, miedos. Humo otra vez mĂo. CogĂ el aviĂłn y me larguĂ© sola. Perdimos su billete al otro lado del mundo, era mas importante saber lo que querĂa, que ese dineral que nos habĂa costado. PensĂ© y pensĂ© y, aunque nunca supe si las dudas se habĂan ido, decidĂ darle, y sobre todo darme a mi, otra oportunidad. Por suerte Ă©l quiso volver. Genial, los dos quisimos, dos años mas. Uno bueno y otro menos bueno. Pero que no se diga que no hemos vuelto con toda la carne al asador.
Un año. Una ex. Peleas. Falta de amor. Se fue. Me P.A.R.T.I.Ă el corazĂłn como nunca nadie lo habĂa hecho. Me dolĂa el pecho. Lo esperĂ©. Intentaba reemplazarlo, pero lo esperaba. Por las mañanas, abrĂa un ojo y al ver que a mi lado dormĂa otro, salĂa corriendo porque no era Ă©l. Hasta que volviĂł arrepentido. Una temporada mĂĄs y se fue otra vez. Espero que sea de los que solo vuelven una vez.
Y ahora podrĂa hacer un resumen de otros tantos que han ido y venido, todos menos relevantes, de momento. De aquellos de los que su vuelta me ha dejado indiferente, por ahora. O me ha ilusionado, saber que vuelven porque no era tan malo lo que les daba, fuera lo fuera que les daba. Provoco un efecto boomerang.
- como Arnau que volviĂł a por sushi, por evasiĂłn de su vida paternal y fiel. Que me venĂa a recoger a casa con su furgo-picadero ambulante. Que pensaba que si yo estaba con alguien, era incluso mejor, por eso de estar en igualdad de condiciones...
- como el poli, que despuĂ©s de aguantar mis desvarĂos mentales y desaparecer, un buen dĂa me dijo que me traerĂa naranjas de su tierra. Yo aĂșn desvariaba, le pedĂ que se alejara. Se alejĂł. Y 2 años despuĂ©s, sin rencores, ha vuelto. Menos mal que no coincidimos nunca. O que pena... ja veurem!
- como Xavi, que se esfumĂł porque no le parecĂa bien tener novia y amiga. Pero cuando ya no tuvo novia creyĂł que era momento de volver a la amiga. Que la amiga lo estarĂa esperando. Y que recuperarĂa sus derechos.
- como el italiano que me besĂł cuando empezaba a enamorarme de otro. Se esfumĂł por el destiempo. Y cuando el otro tambiĂ©n lo hizo, volviĂł a mi. A completar la historia que nos habĂa faltado, las charlas que no tuvimos, las comidas, cañas y copas que nos debĂamos. Pero volvĂamos a estar a destiempo. Ăl con ganas de cosas que aĂșn me quedarĂa debiĂ©ndole. Y Ă©ste ha re-vuelto. Pero... hostia, creo que no nos besĂĄbamos bien. Eso fallaba, y es un fallo terrible
- como el publicista que me tuvo en ascuas una noche entera para nada. Que volviĂł al cabo de meses. Que le pedĂ un favor. Y me dijo que lo hacĂa "porque me he quedado con las ganas de acostarme contigo". WTF. Haberte quedado en casa. Y encima no me hizo el favor. Claro, tampoco me acostĂ© con Ă©l.
- como Quim, el que no tenĂa tiempo. Que volviĂł en verano porque tiene vacaciones. Y en vacaciones todos tenemos tiempo. "Te dije que no te ilusionaras conmigo que no tenĂa tiempo". Y "no sĂ© ser otra cosa que amante", "dejo la pelota en tu tejado" (muy propio de entrenador de basquet) y "hasta septiembre soy tuyo". No. Con fecha de caducidad... no vuelvas.
- Como Fer, que quiere que lo apunte con la R de "repetido" en mi listita. Pero este año volverĂĄ a Barcelona y se quedarĂĄ sin R porque viene a ver tambiĂ©n a su novia (o a su novia y, de rebote, a mĂ)
Y asĂ... uno tras otro, vuelven. Algunos con mas fuerza que otros. Algunos en mejor momento que otros. Coño, que aĂșn no me he ido. Vuelve pronto... Hazte Ave FĂ©nix.
Si quieres algo, déjalo libre. Si vuelve, es tuyo, sino, nunca lo fue.