Mi
ex-ex viajaba mucho. Cada vez que se iba, yo metía una carta en su maleta
(escrita a mano, que por aquel entonces se llevaba). Luego me llamaba
desde China emocionado por la sorpresa, yo le contaba que me había
encontrado una poesía suya sobre la mesa del comedor y así de
enamoraditos seguimos varios años, con la tontería de las cartitas y las
poesías, que ya no eran sorpresa, pero si un día la maleta no hubiese
llevado carta o no hubiese nada sobre la mesa, hubiese sido el fin del
amor.
Luego,
cuando salía con Jorge, la que viajaba era yo. En el primer viaje le
dejé la casa llena de post-its con notitas ñoñas. En el cajón de los
cubiertos, en el cubo de la ropa sucia, en el espejo del baño, debajo
de la almohada, en el mando de la play, etc. Pasa que a él le hizo
gracia, pero sus detalles brillaban por su ausencia, así que no se
convirtió en tradición.
El
último chico con el que tuve una cita me preguntó si me gustaban los
tíos románticos. Sí, joder, claro que me gustan. Pero... yo ya no tengo
esa capacidad de ser romántica, es feo cuando es sólo en un sentido. Y
ahora, siguiendo con los viajes, me gustaría decirle que lo echo de
menos. Pero no le puse una notita en la maleta, porque ni me despedí de
él. No le dejé post-its, no me llamó desde el aeropuerto, no le mandé un
mensaje de buen viaje. Cuando salga yo también de viaje la semana que
viene, tampoco le mandaré una postal otra vez, porque no sé dónde fueron a parar las anteriores.Y porque la última le llegó tarde, diciéndole que tenía ganas de verlo cuando ya no íbamos a vernos más.
Con él robamos
cosas de los viajes o de los sitios a los que íbamos juntos... De mi último
viaje no le di lo que le robé. Y de la última cena, tampoco le di la
vela que guardé en el bolso. No hice eso, porque él es distinto, no
quiero repetir historias, sino construir una nueva. Pero como parece que
estas cosas se construyen de a dos y me siento un poco sola con la
idea... Le escribí un e-mail titulado "Cosas que no me atrevo a
decirte". Pero no me atreví a enviárselo. Incluye cosas como la idea de que no vuelva. Quizás la que no vuelve soy yo. Quizás volvemos los dos. Quizás... no nos atrevemos.
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Quizás la que no vuelve soy yo. Quizás volvemos los dos. Quizás... no nos atrevemos. |
Cuando no nos atrevemos a decirlo...es mejor no guardarlo como añoranza o jamás se nos quitará del corazón. Prefiero los dolores del presente, que luego irán al cajón de los olvidos, donde quedarán todos los hombres con los que compartí algo de mí.
ResponderEliminarTomo nota: comprar cajón de los olvidos...
EliminarEs difícil, pero al final, si no nos atrevemos a decirlo... quizás es que no era tan importante, no?
(en este caso, no hay nada de lo que le haya escrito en ese mail que no le haya dicho ya).
Besisss
Te iba a contestar una cosa pero Mrs.Frog ha tenido que salir de viaje y ese post lo lleva en la Maleta.... Una entrada muy bonita y sincera. ¿Le ponemos BSO a tu post? https://www.youtube.com/watch?v=g0jthntsDKQ
ResponderEliminarCreo que todos los posts deberían tener su propia banda sonora.
EliminarDile a Mrs Frog que vigile con esa maleta, que este post pesa una tonelada!!!
Besitosss
Entre tus palabras y este comentario de arriba con la banda sonora me vino a la mente una canción que habla de como el amor se va apagando cuando las cosas que decíamos con el corazón ahora las decimos con el cerebro, mecánicamente lo interpreto yo.
ResponderEliminarEs triste dejar de hablar con el corazón, que rápido la razón nos chafa las ilusiones!!
EliminarBesitosss