Hace unos dĂas comentaba con mi amiga Elvira que hay personas que impactan, con las que tienes flechazos inexplicables. De estas que te enamoran nada mĂĄs verlas. Pues fue en Grecia cuando me pasĂł a mi.
Nos subimos con las chicas a un autobĂșs en Santorini y allĂ estaba ĂL. No os creĂĄis que era un semi-dios, ni nada especial. Pero tenĂa una presencia, un andar, un hablar, una sonrisa... ĂL viajaba con un hombre mayor que parecĂa ser su padre. Se sentĂł a mi lado y siguieron con la charla animada padre-hijo. No me dijo ni una palabra, pero me dejĂł fascinada.
Nos subimos con las chicas a un autobĂșs en Santorini y allĂ estaba ĂL. No os creĂĄis que era un semi-dios, ni nada especial. Pero tenĂa una presencia, un andar, un hablar, una sonrisa... ĂL viajaba con un hombre mayor que parecĂa ser su padre. Se sentĂł a mi lado y siguieron con la charla animada padre-hijo. No me dijo ni una palabra, pero me dejĂł fascinada.
Dos años despuĂ©s estaba cenando con Sara y Noe y, mientras nos quejĂĄbamos de que ya debĂamos haber agotado todos los usuarios de Tinder locales y comparĂĄbamos los ligues (las tres vivimos en el mismo barrio, no fuera a pasar que estuviĂ©ramos chateando con el mismo), a Sara le apareciĂł el chico de Grecia. La obliguĂ© a darle like y a pasarme el enlace. A ella le saliĂł match al momento y a mĂ al dĂa siguiente. Cuando empecĂ© a hablar con Ă©l, le comentĂ© que era amiga de Sara, pero parecĂa darle igual, mandaba mensajes a ambas. Nos dijo que Ă©l no era el chico de Grecia, pero un tiempo despuĂ©s me agregĂł al Facebook y echando para atrĂĄs vi una foto con su padre, que casualmente era el mismo señor que yo habĂa visto con mi crush en el autobĂșs. Y sĂ, habĂa estado en Grecia. Mi no entender nada...
Lamentablemente la historia quedĂł en la nada. El chico no es mi estilo y me mandĂł un selfie-gif siniestro que me echĂł para atrĂĄs. AdemĂĄs, cosas de este mundo pequeño, tambiĂ©n tiene en el Facebook a una amiguita-incordio de un chico con el que quedaba hace unos meses y me dijo que tambiĂ©n la conocĂa de Tinder. Definitivamente, no quiero competir por dos tĂos con la misma chica, mucho menos considerando que la primera vez ya perdĂ.
Si nos vamos mĂĄs lejos, esto me pasĂł en Filipinas. EstĂĄbamos comiendo en un intento de chiringuito en la playa de Nacpan, en El Nido, cuando escuchamos que en la mesa de al lado se hablaba catalĂĄn. Enseguida empezamos a hablar con los dos chicos, que nos contaron una historia de las que me encantan. HabĂan colgado una foto en Instagram con el hashtag #filipinas en una cuenta abierta y unas chicas les escribieron diciendo que ellas estaban viajando al mismo destino, para que les pasaran tips. Les pasaron los datos a la chicas, se encontraron con ellas en El Nido y tuvieron una aventura sexual en la que no tenĂamos interĂ©s, pero que ellos insistieron en contarnos. Creo que no se acababan de creer la suerte que habĂan tenido por haberse tirado a las chicas de Instagram.
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Sofi en Filipinas |
Tampoco quedarĂ© con mi vecino. Teniendo la oportunidad de ligar en persona en Filipinas, se dedicĂł a contarnos con quien se habĂa acostado la noche anterior. Si en ese momento me resultĂł poco agradable, en Tinder no hay segundas oportunidades.
SĂ, pescaditos, el mundo es un pañuelo y esta sirenita viaja mucho. Y el Tinder tambiĂ©n. Al final os encontrarĂ© a todos...
El mapa donde decido mis prĂłximos destinos. Ph. by +Lola Flor |
Hablando de Instagram... ¿ya me sigues? @roundtheworldfish