¿Te acuerdas de aquel dĂa? SĂ, aquel en el que te diste cuenta de que estabas enamorado. Que esa era la persona para ti. No sentĂas mariposas en el estĂłmago, sentĂas paz. Esa persona a la que querĂas tanto te estaba haciendo mĂĄs feliz de lo que ya eras tĂș solo. ¿Te acuerdas de esa sensaciĂłn de plenitud?
Ahora dime, ¿te acuerdas de lo que sentiste al dĂa siguiente? ¿Y al mes?
Yo sĂ lo recuerdo. Recuerdo querer que se parara el tiempo y sentir que un fin de semana entero para una primera cita, nunca serĂa suficiente. Recuerdo esperar embobada esos mensajes de buenos dĂas, de buenas noches, de "mira el bocadillo que me estoy comiendo" y de "algĂșn dĂa vendremos a este sitio juntos".
Recuerdo que lo quise mĂĄs que nunca aquel dĂa en que me contĂł algunos de sus secretos. Y lo que lo querĂa cada vez que lo veĂa luchar contra ellos, aĂșn sin poder contĂĄrmelos.
Recuerdo como si fuera ayer el dĂa en el que yo lo elegĂ. Yo bailaba con aquel italiano, mientras lo miraba de reojo sonreir y mirarme tambiĂ©n con disimulo. Ese dĂa supe que nada me harĂa mĂĄs feliz que seguir mi vida a su lado.
Recuerdo cuando quise poner en palabras el sentimiento de "echar de menos" cuando me fui a Argentina sin Ă©l. No fui capaz, pero sĂ supe aquel dĂa, que habĂa encontrado a la persona con la que volverĂa allĂ algĂșn dĂa, eso son palabras mayores, crĂ©eme.
Ese dĂa que lo miraba barrer mis Ășltimos supiros en aquel que fue mi refugio en mis poquitos años de soltera como adulta, uf... no lo olvidarĂ© en la vida. Esas emociones tan contradictorias que iban de la pena por lo que dejaba atrĂĄs y la ilusiĂłn de lo que podĂamos empezar a construir juntos.
Y puedo recordar el paso de los meses juntos. Recuerdo tambiĂ©n, cuando ya no esperaba embobada esos mensajes. Recuerdo mirar horas la pantalla, verlo en lĂnea y reemplazar la sonrisa boba de aquellos dĂas por la mirada triste de quien espera algo que ya no llega.
Recuerdo cuando empecĂ© a llorar. Lo que doliĂł aquel regalo de cumpleaños que llegĂł tan tarde. Recuerdo sentirme triste, cada vez mĂĄs. Recuerdo el daño de saber que no era suficiente, que no era tan especial, que no era la Ășnica...
Unos meses mĂĄs y me cuesta olvidar sus ojos llenos de lĂĄgrimas mezcladas con cualquier cosa menos amor. Cargar mis maletas en el ascensor, para empezar otra vez sola en otro lugar. Como si fuera ayer, aquellos dĂas en los que deseaba mĂĄs que nunca que el abrazo que necesitaba viniera de la persona que me habĂa hecho tanto daño.
TambiĂ©n recuerdo subirme a aquel aviĂłn de su mano, en ese viaje que hoy que me pongo cursi, llamarĂa viaje a la segunda oportunidad. Esas tres semanas en las que reĂ, disfrutĂ© de Ă©l y de mi, allĂ lejos, sin nada mĂĄs que nosotros mismos. Esas semanas en las que volvĂa a elegirlo, aĂșn sabiendo que serĂa difĂcil.
¿Te acuerdas de aquel dĂa en ese autobĂșs de madera en Bangkok? MirĂ© hacia atrĂĄs y allĂ estabas, cĂĄmara en mano, inmortalizando ese momento... de paz.
¿Por quĂ© lloras? Esa persona te hizo feliz aquel dĂa, sonrĂe porque momentos como esos son posibles, vendrĂĄn mĂĄs. Hoy toca volver a elegir. Recuerda, pero elige cuĂĄles serĂĄn los recuerdos que te harĂĄn salir adelante. Sabes que ahora que hay que volver a empezar, serĂĄ mĂĄs fĂĄcil hacerlo con el impulso de los buenos momentos...